viernes, julio 14, 2006

Ecos

Intento escribir en la oscuridad, para no leer lo que escribo... porque lo odio. Odio tener que mentirme a mi mismo, mentirle a mis pensamientos e incluso a las palabras, colocandoles entre sus manos un privilegio que nunca han poseido ni poseeran... rozando esa perfeccion imposible de traducir, imposible de entender en otro lenguaje que no sea el suyo... el de los sentimientos... Sé que nunca conseguiré plasmar lo que siento en un simple papel, aun asi lo seguiré haciendo... Es un simple vicio que me ayuda a aflojar esa cuerda que asfixia mis entrañas cada vez que pienso que estoy solo... aunque no lo esté.
Parece ser que mis lagrimas intentan hacerme compañia, aun cuando las evito... pero se dan cuenta de que necesito mi droga al ver como mis ojos las escupen. Aun asi se resisten a formar parte de mi... infiltrandose en la erosionada piel de mi cara.
La misma sinfonia suena otra vez... encerrandome entre unas rejas que piden a gritos mi amor. Sigo sin entender por qué procuro escapar de ahi, aun sabiendo que es un intento inutil, para al final sentirme a gusto, tranquilo... Quizas sea ese mi hogar, y deba compartir ese amor...
Tener una idea en la cabeza y creer estar seguro de ella no me parece suficiente... la debilidad adormece mis acciones y me insulta... Necesito tener esa idea como axioma, realmente lo necesito... no basta con pensarlo mientras uno le miente a su mente...

1 Comments:

Blogger (...) said...

Es mejor dejar al juego del juez de lado, no vale la pena, ni siquiera ocuparlo uno mismo...solo dejarlo todo resbalar...

julio 15, 2006 12:30 p. m.  

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