lunes, julio 25, 2005

Esquizofrenia - Fade Out (5a parte)

Todo parecía acabar. Una sensibilidad extrema florecía en él, le ofrecía dolor y tristeza, quebrando su ser...ya no era.
Una poesía sonora le animaba a seguir luchando pero se degradó inesperadamente, expresando un silencio eterno, un silencio que se oye... Es como intentar fijar la vista en un punto de un confuso cielo azul de verano, en el que todo es borroso y homogéneo.
Despertó. Todo había terminado. Se encontraba en el mismo lugar, enfrente de la ventana de su habitación. Se dio cuenta de que no había sufrido ningún desplazamiento. Era de día. Las melodías seguían repitiéndose una y otra vez en su cabeza de forma automática, sin control alguno sobre ellas, y se endormecían lentamente, sin que se diese cuenta. Las aves las seguían, bailando en el aire dejando que el viento se apoderase de ellas, huyendo de algo que todavía era incapaz de descubrir. Parecía como si le hubiesen acompañado en su aventura, era extraño. No oía nada, pero sí sentía un dolor inaguantable. Tenía unas ansias increibles de estallar. No podía aguantar la idea de que lo había perdido todo. Aún con toda aquella materia se sentía solo. Era una especie de heroína que añoraba. No lo superaba. Todo su cuerpo se manifestaba en temblores intermitentes, pero intensos. La serenidad habitaba en lo que observaba, o eso creía. Las ventanas sudaban, mostrando su lamento, frío. Le pareció ver llover, porque llovía en lo más profundo de su alma, en la cual anochecía.