miércoles, septiembre 28, 2005

Nada

Ver las cenizas esparcirse por el vacio,
abrazos inutiles intentan frenar el destino,
congelados, muertos...
El polvo ciega su mirada,
la destruccion reina...
Sentir los gemidos del cielo,
el susurro de ayuda del oceano,
inundarse en las lagrimas del viento,
estallar, abandonar la batalla...
Refugiarse entre las nubes,
pasar desapercibido,
como las gotas de lluvia en la tierra,
infiltrarse...
y dejar que el espiritu comparta esa energia,
es morir...

lunes, septiembre 19, 2005

Amanecer en un dia nocturno...

El minusválido surco de sus venas se sentía incapaz de soportar todo el peso ejercido por el caudal de esas emociones. Sus ojos hacían temblar la luna, quieta, acariciando su pálida blancura con lágrimas que brotaban de la cuna del placer. Ciego, lo veía todo... La tranquilidad de la noche esbozaba una adormecida sonrisa en su rostro, mientras el callado reflejo de la luz nutría las raíces de su mente... Esta era una de las pocas y raras veces que se sentía con "vida"...
Las llamas del crepúsculo abandonaron la luna impulsándola a sumergirse en un apacible mar invertido de nubes. La frescura del solidario viento invitaba a sus cabellos a bailar con el ritmo del silencio... Nada parecía preocuparle. Se limitaba a entregar su espíritu al cielo. Y éste parecía aceptarle.
Algo nuevo florecía en medio de aquel respirar, desvelando su magia entre cada suspiro del cielo...

viernes, septiembre 16, 2005

The death song

Pelos quemados,
huellas selladas en venas...
Un calor helado en el epicentro cardial
incita a la rebelión,
pero fallece...
Todo muere.
El agrado llora por su derrota...
Canales obstruidos,
esperanzas encalladas en el olvido.
Gritos lejanos... susurran,
hieren oídos, derrumban monumentos.
Párpados afilados
secuestran la mirada,
escupiendo ecos de tambores
que anuncian la llegada...
Cavar en el fuego de las estrellas,
reemplazar océano por cielo,
y con un simple paréntesis
recluir el velo
que cubre el despertar.

Desfile en el cementerio

Barro su tierra,
sangre su lluvia...

Encarcelados en cápsulas, alimentados por mentiras desnutridas, yacen en la sala de espera del vacío. Fijan su cansada mirada en simples espejos empañados por el aliento de la manipulación, siéndoles imposible ver su propio reflejo... conocerse a si mismos. Hocicos cosidos, asesinan la palabra antes de que consiga nacer... ninguna imagen puede salir de las cuerdas vocales.

Placentas masacradas,
Sonríen...

Inactivos, siguen esperando... Al alzar la mirada, ven el arco iris en blanco y negro, los árboles desnudos, un cielo enladrillado... Cada noche, una estrella abandona su cuna, inmolándose en la atención de los presos... en vano. Infinitos intentos de mostrar una verdad lógica... Arrastrados a un puente quebrado, situado en el abismo de la indiferencia, sus labios se estiran, dominados por un temblor putrefacto, con el fin de dibujar una sonrisa forzada por señales cerebrales... un cerebro descuartizado. Cobardes, descartan cualquier movimiento maduro. El verdín de sus raíces ahoga su desocupada respiración, eliminando cualquier silueta que procure alzar la voz... Su materia empieza a fluir cual cera de una vela que admira su propio sepulcro...

Buscar el cielo aspirado,
pedir la horca.
Llorar, suicidarse en un mar...

Inmovilizados por ladridos temerosos, convertidos en una droga pusilánime... mueren.

Cerrar los ojos... soñar, la salvación.

Sombra

Poseerlo todo. Las uñas de la envidia pelaban su epidermis hasta dejar su furia el descubierto... No tenía nada. Derramó todas sus fuerzas en busca de su esfumada sombra... Ella lo poseía todo. Quería unirse a su yo enterrado (por nacimiento). Como condición innata, arrojó su escalera al infierno. Refugiado en la oscuridad, el débil humo limpiaba sus alveolos... encendiendo la vela de la soledad... Una vez seguro, secó la luz del sufrir y le sonrió a su deformada silueta apagada...
El placer daba sus primeros pasos...

Lluvia

La transparencia de las primeras gotas le cegaban, su resplandor lo congelaba... Bebió su agua, declarándose hermano de sangre de las nubes.
"La Naturaleza forma un único ser".
Su imaginación defragmentó su cuerpo en pedazos viscosos, como una necesidad infalible, impredecible... Ellos, condicionados a obedecer; él, condicionado a seguir el ritmo de aquel baile. Añoraba desde hacía tiempo esa perfección... Sus pálidos ojos ensangrentados escupían lágrimas de éxtasis único, que se perdían ante tal espectáculo...Los latidos de su corazón buscaban el sueño entre la furia del cielo, un caos de salvación... Una vez extinguido se limitó a robar los pasos de la melodía.
"La lluvia es la música de la madre naturaleza".